sábado, 19 de abril de 2008

El día después.

Decidimos que sería una noche de chicas. Todas habíamos tenido una semana jodida. Los e-mails mandados por una de nosotras confirmaban que sería una noche para no olvidar. Iba a reservar la mesa en un bar y necesitaba saber cuántas íbamos a ser las asistentes. Yo no dudé en contestar al instante y confirmé mi asistencia.
El viernes por la tarde empezó a sonar mi móvil. No había que coger coche así que una amiga y yo concretamos la parada del bus donde nos encontraríamos.

A las 22.30 era la cena y ni mi amiga ni yo sabíamos quienes íbamos a ir. Me llevé una sorpresa al ver que estábamos todas.

Las conversaciones de la cena son inolvidables (o eso era lo que pensaba hasta que me he levantado), las risas me hicieron desestresarme por completo y olvidarme de la semanita que había tenido y por supuesto no pensar en la siguiente.

Y ya acabada la cena, algunas se olvidaron complementos tales como fulares, chaquetas pero no sus botellas.

Y ahí que estábamos nosotras en un parque con nuestras botellas y nuestras risas delante del pub que luego nos acogería con nuestros bailoteos.
Este pub ha visto muchas de las nuestras pero ya hacía tiempo que no nos recibía a todas en conjunto. Este viernes fue el día.

Yo estaba totalmente feliz, no paraba de bailar y de beber. El camarero es colega y nos invitó a unos cuantos cubatas. Lo que nos faltaba.

Y de repente empezó el cortejo. Siempre coincidíamos con gente que conocemos en este pub, pero ayer no encontramos demasiadas caras familiares. Un grupo de chicos se acercó y algunas en cuestión de una hora, hora y media ya habían desaparecido. Aunque luego volvieron si cabe más contentas.

A mi me tocó el chico desaliñado, alto ,delgado, moreno y con los ojos claros. La verdad es que era entre todos ellos el que más me gustaba. Y me invitó a otra copa y estuvo hablando conmigo. Tenía un toque muy interesante y era muy simpático. Pero la verdad tengo algunas lagunas y no me acuerdo exactamente cómo acabé en su casa.
Y esta mañana me he despertado en su cama, en su piso y desde mi posición he empezado a inspeccionar a mi alrededor. Esto sólo me ha pasado dos veces, la primera fue un desastre porque me dí cuenta que con quien me había acostado tenia complejo de Peter Pan pero esta segunda todo era normal demasiado normal hasta que ha entrado en la habitación su hermano y lo ha despertado.
Se ha levantado y joder no he podido resitirlo: ¡qué bueno está¡
Se ha pegado una ducha y cuando ha salido yo ya estaba vestida y dispuesta a despedirme.
-Buenos días, ¿qué tal? ¿no te quieres pegar una ducha?
-No gracias, me voy a casa ya.
- ¿No quieres desayunar ni nada?
- No de verdad, no te preocupes.
-Venga va y te tomas una aspirina.
- Venga vale.

Me ha hecho un café con leche con tostadas y mientras tanto me ha ido explicando en qué trabajaba, cuantos años tenía, que vivía con su hermano pequeños que estudiaba Bellas Artes... y yo también le iba hablando un poco de mí.

Me ha acompañado hasta la puerta y me ha dicho que si me acercaba a casa, me ha dado su teléfono y me ha dicho que le llame.
Mi gran sorpresa ha sido cuando he salido a la calle y me he dado cuenta que vive a escasas manzanas de mí.

Como he dicho la primera noche de desenfreno, fue penoso el día después pero hoy ha sido diferente. Tengo su móvil y unas ciertas ganas de conocerle.
Algunas ya me habeís dicho que no va a llegar a ningún lado. Pero yo quiero conocerlo mejor y sin ninguna copa encima para no tener lagunas.
Ah¡ por cierto, por ahora lo que sé de él me gusta y tiene perro: un labrador precioso¡




domingo, 6 de abril de 2008

El destino.

- ¿Crees en Dios?
- No.
-¿Crees en las personas?
- No.
- ¿Crees en las segundas oportunidades?
- No.
- ¿Crees en ti?
- No.
- Y que me dices del destino. ¿Crees en el destino?
- Si.
- ¿Sólo crees en el destino?
- Alomejor. Creo que nuestra vida ya está escrita y no podemos cambiarla. Por eso no creo en nada. Sólo en el destino.
- Eso es imposible. Puedes creer en el destino pero también en el amor, los amigos, en tí mismo... No es incompatible.
- Cuando te das cuenta que por mucho que luches todo sigue igual, no cambia nada, te planteas muchas cosas. Yo lo hago mal o es que por mucho que lo intente no voy a cambiar nada. Mi vida ya está escrita y me guste o no es lo que hay.
- Yo creo en el destino pero también creo en las personas, en su capacidad de superación. Un tanto por cien puede que no consiga sus sueños, pero qué me dices de los que sí lo hacen. ¿Ese era su destino, qué lo consiguieran? Entonces su lucha, sus retos...
- Y si te lo planteas de otra forma. Aquellas personas que no tienen ningún tipo de interés y que logran objetivos que tú siempre has soñado.
- Yo no me considero una marioneta del destino. Me siento orgulloso de mí mismo, de mi lucha por conseguir mis metas, de creer en mí, en la personas y en tí especialmente. Te conozco desde que tenías la cara llena de pecas, te faltaban unos cuantos dientes y tus ojos transmitian felicidad y despreocupación. He visto como ibas cambiando tu futuro a medida que pasaban los años: profesora, patinadora e incluso futbolista... y también he visto como te hundías en tu mundo.
- No me enseñaron a crecer posiblemente. No soy lo suficientemente fuerte para aguantar que pasen cientos de trenes delante mio y yo no esté en ninguno de ellos.
- Yo también he tenido muchos sueños frustrados pero tengo mis amigos, a mi familia, mis hobbys y te tengo a ti. Levantarme por las mañanas y ver que te tengo a mi lado me hace feliz. No necesito nada material me conformo con pocas cosas, pero cosas muy importantes: las personas.
- Muchas personas te fallan.
- Y otas te hacen la vida más fácil. Cuando estás enamorado la persona que tienes a tu lado hace que la vida sea mejor. El problema es que tú no estás enamorada.
- Y sino estoy enamorada, ¿qué hago contigo?
- El destino.

http://www.youtube.com/watch?v=XH92jKJrkb0&feature=related

Si no encuentras tu camino, háztelo.