Mayo es la antesala de Junio, mes que te recuerda que se va acercando el verano, pero también significan 30 días de estudio.
Así las últimas jornadas de Mayo son aprovechadas por la mayoría de los universitarios. Se acabaron las cenas de los miércolos en casa de algun amigo, los jueves universitarios y los fines de semana que empezaban a las 22.00h del viernes y acababan a las 24.00h del domingo y como no los lunes de resaca.
Último jueves universitario: 29 de Mayo de 2008.
Ya se ha empezado a "estudiar", recopilar apuntes, las bibliotecas se llenan de gente y las cafeterías o bares de los alrededores hacen el agosto antes de lo habitual. Las consumiciones de café, cigarros y rede bull aumenta considerablemente.
Pero se podría decir que aun es temporada baja, las ventas subirán a partir del lunes 2 de Junio.
Hay que despedir el curso (primera despedida), la segunda tendrá lugar después de los éxamenes (logicamente sin considerarla celebración). Como no, este primer adiós al curso tiene que ser el día, o mejor dicho, la noche por excelencia de los universitarios: el jueves.
Después de cenar, unos bailoteos y buenas dosis de alcohol. Las horas pasan deprisa, demasiado rápido. La compañía, la buena música y las ganas de pasarlo bien ayudan.
Empiezan a despuntar los primeros rayos de sol, mientras unos se pegan sus últimos bailes otros se tienen que levantar para irse a trabajar. Y es que la ciudad se está despertando.
Locales que cierran y otros que abren: cafeterías, bares... se amanece en el banco de un parque, en el coche de un amigo... hablando con aquellos que han compartido toda una noche y el comienzo de un día.
Se habla de todo, conversaciones sobre la noche, sobre el último disco adquirido, el valor de la amistad e incluso de política. Y es que aunque no lo parezca estos diálogos dan para mucho. Momentos de silencio, miradas (ves los ojos de unos que se cierran, otros que aun aguantarían mucho más y otros que se cruzan con tu mirada), risas, carcajadas. Otra vez silencio, y ahora toca un chiste.
Y a medida que va aclarando el día, se hacen necesarias las gafas de sol. Unos las dejaron en casa, no se imaginaban que se iba a alargar tanto la noche y es que se pensó que el viernes tenía que tener dedicado unas cuantas horas al estudio.
¿Y porque no vamos a tomarnos un desayuno?
Cafetería con estudiantes que se van al colegio, universidad, instituto... acompañados de madres, amigos, novios/as, hombres trajeados con sus maletines...
Al mismo tiempo, fuera el tráfico cada vez va siendo mayor, el camión de la basura viene de recoger su última ronda, los barrenderos recogen las calles... y el ruido va avanzando casi al mismo tiempo que la luz del sol.
Es hora de volver a casa o no. Unos cogen su coche, les espera la cama. Otros deciden coger el tranporte público. Ocurre lo mismo que en la cafetería: estudiantes, inmigrantes, trabajadores... y fiesteros universitarios.
Hay palabras que no salen, aunque se lleve el estómago lleno y un buen café encima, el cansancio se va notando.
Pero parece que aun no es hora de volver a casa, parece mentira pero la falta de horas de sueño agudicen el ingenio.
Un parque, un banco en la sombra, tres amigos: un chico y dos chicas. Los segundos cigarros del día después de los del café y un tema.
- El año que viene me voy a estudiar fuera.
- ¿Ya lo has decidido?
- Sí, quiero cambiar de aires.
- Sí yo también, pero el año que viene no creo.
- Yo voy a empezar con la chica esta.
- Y si se puede saber ¿cuándo lo has decidido?
- Joder, es que no quería...
- Eso era al principio.
- Ahora estás pillao.
- Y tan pillao, es que sois listas cabronas, no sé como lo hacéis pero...
- Jajajaja.... como se hace no se cuenta.
- Yo también.
- Tú también ¿qué?
jajajajajajajja
- Quiero empezar de cero. (dos palabras,¿un número?)